Las profesiones técnicas y tecnológicas han sido tradicionalmente un ámbito profundamente masculinizado, según evidencian las cifras de Eurostat:
En 2017, las mujeres representaban solo el 17,2% (1,4 millones) de todas las personas empleadas en TIC en la UE (8,4 millones). Las cifras de representación femenina más bajas corresponden a Hungría (8,9%) y República Checa (9,3%), mientras que solo en Bulgaria (26,5%), Rumanía y Lituania (ambos 25,7%) las mujeres superaban la cuarta parte de las personas empleadas en este sector. España empleó, según Eurostat, un 16,1% de mujeres en este sector frente al 83,9% de varones, sensiblemente por debajo de la media de la Unión Europea.
Durante el período 2007-2017, el número total de hombres especialistas en TIC en la UE aumentó en un 45,2%, mientras que el aumento general del número de mujeres fue solo del 4,3%.
Es evidente que tenemos que seguir apostando por la diversificación de los perfiles profesionales de las mujeres y por la coeducación desde las primeras etapas educativas.
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