Orientación Sociolaboral con perspectiva de género
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Entrevista a Celia Ruiz Jiménez

Foto de Celia Ruiz Jimñenez con el traje de bombera

Celia Ruiz Jiménez es bombera profesional en el CPEIS (Consorcio Provincial de extinción de incendios y salvamento) de Toledo. De formación académica es ecóloga acuática pero hace unos años decidió dar un vuelco a su carrera profesional y apostar por esta profesión que le parece tan bonita.   
   
Para conocerla un poco más nos contestará a unas preguntas. Esperamos que os guste y os transmita toda su pasión y tesón para conseguir sus metas. 

¿Cuáles fueron tus motivaciones para ser bombera? 


La motivación me vino tarde, ya de adulta, cuando había terminado mis estudios universitarios. En realidad, jamás me había planteado la idea de trabajar en esta profesión, no había tenido referentes ni ningún familiar o conocido cercano en este mundo bomberil. Conocer a una bombera fue un punto clave, ella me abrió un mundo de posibilidades totalmente desconocido para mí. Yo acababa de terminar un largo proceso académico, en el ámbito de la ciencia, y no tenía muy claro qué camino seguir. Fue meses más tarde, del encuentro con la bombera, cuando mi cabeza dio un vuelco radical y sentí una gran motivación interna por conseguir desempeñar esta profesión. Sentí que se trataba de un trabajo muy dinámico y activo, donde siempre hay cosas nuevas que aprender, y muy social, donde el objetivo común del equipo es el de ayudar y socorrer cuando aparecen riesgos para personas o animales (incendios, accidentes de tráfico, inundaciones, riesgos eléctricos, colapsos...).      
 


 
Cuando compartes tu decisión de opositar, ¿encuentras apoyos o barreras en tu entorno?


Me refiero a frases como: Esto es una profesión de chicos, ¿estás segura?, esa profesión es muy dura para una mujer..., teniendo que justificar de algún modo tu decisión.  
En este aspecto siempre he tenido una enorme suerte ya que mi entorno más cercano, mis padres y mi hermana, me han apoyado incondicionalmente en todas las decisiones que he ido tomando a lo largo de mi vida. Quizás mi padre fue el más reticente en los primeros momentos, no porque no me viera capaz, sino porque él consideraba que iba a "tirar por la borda" muchos años de estudios y formación en otro ámbito. Mi familia me ha apoyado no solo moralmente, sino logística y económicamente, sin ellos hubiera sido infinitamente más difícil todo el proceso, en ciertos momentos clave me han recordado que podía conseguirlo y que solo era cuestión de tiempo. Mis amig@s también me apoyaron desde el primer momento, no le sorprendió mi decisión, así que en general puedo decir que siempre me he sentido muy respaldada.  

¿Consideras que has tenido en algún momento del proceso barreras internas? Entendidas como las propias limitaciones que a veces nos ponemos nosotras mismas.   


No considero que haya tenido barreras internas más allá que las que podría haber tenido cualquiera de mis compañer@s con lo que he opositado.  Por épocas me he sentido incapaz de llegar a ciertos baremos que se me exigían en un periodo corto de tiempo, sobre todo las relativas a pruebas físicas, el avanzar más lento que mis compañeros si me ha llegado a agobiar en momentos puntuales.  Para poder controlar estos aspectos trabajé mentalmente el miedo a no cumplir las expectativas y al fracaso, e intente cultivar la paciencia y la autoconfiaza. A menudo si he sentido que, en este ámbito, si eres mujer, la gente tiende a observarte y a juzgarte con más facilidad así que nosotras solemos sentir una enorme obligación de tener que estar continuamente demostrando y autoexigiéndonos.    

¿Encontraste referentes profesionales?  


Como comenté al principio de la entrevista, conocí a una mujer que ejercía la profesión de bombera y eso fue vital para adentrarme en ese mundo. Aparte de ella, hasta que entre en la profesión, no había conocido a ninguna otra bombera, por lo que los referentes eran mínimos.  Sí tuve la suerte de encontrar y tener muy de cerca referentes masculinos, bomberos, que tienen una clara opinión a favor de la incorporación de la mujer en este ámbito y que me ayudaron en este proceso.    


¿Consideras que el proceso de la oposición se ajusta a las distintas características de hombres y mujeres? Cuéntanos un poco el proceso  


A grandes rasgos, no considero que el proceso de selección de personal sea acorde a los requisitos que merece esta profesión, sin hablar en concreto de hombres y mujeres. No hay un proceso común para todos los cuerpos de bomberos ya que estos pueden ser de ámbito local, provincial o autonómico; así que cada administración sopesa y decide los términos en los que se basan sus procesos selectivos. Normalmente el proceso suele constar de una parte teórica, un test de personalidad o psicotécnico, una prueba de conducción o de habilidad práctica (carpintería, albañilería, etc...) y unas pruebas físicas. La mayoría de los procesos siguen manteniendo pruebas físicas tradicionales (trepa de cuerda, velocidad, press de banca, dominadas..) y que, en mi opinión, están obsoletas y no demuestran las capacidades necesarias para desempeñar correctamente las funciones del puesto de bomber@. Siempre se ha tendido a poner en valor cualidades como la fuerza y la potencia máxima cuando en realidad el trabajo de un bomber@ requiere de otras muchas habilidades como la agilidad, la resistencia a la fatiga, la atención y la audacia... sin olvidarnos de la empatía y de la capacidad de trabajar en equipo.  

Las estadísticas revelan que solo un 0,83% de la plantilla del Cuerpo de Bomberos en España sois mujeres, ¿a qué crees que se debe este porcentaje?   
 
Creo que es fruto de la falta de referentes en el gremio y de la escasa visibilización de mujeres bomberas en entornos como el de la educación o puestos de toma de decisiones. Puede que todo ello venga también derivado de procesos selectivos que, como comentábamos antes, no reflejan las necesidades reales de esta profesión, que no han ido evolucionando y que crean enormes sesgos favoreciendo a ciertos estereotipos y anatomías en detrimento de otras. En ciertos aspectos me da la sensación de que se está eligiendo el perfil y es el trabajo el que se adapta a este perfil, cuando lo lógico y razonable sería definir las cualidades del trabajo a desempeñar y adaptar el perfil a esos requerimientos. He visto como a veces se deja fuera del sistema a personas muy válidas que pueden desempeñar este trabajo a la perfección, pero que no encajan en los baremos marcados. En países como EEUU o Australia los sistemas de selección proponen pruebas dinámicas que simulan acciones rutinarias de los bomber@s, nada que ver a lo planteado en España.  

¿Crees que desde los colegios se puede avanzar para que haya más mujeres en este sector?

   
Por supuesto, desde todos los ámbitos, y en especial desde la educación se pueden dar grandes pasos para fomentar una integración total en esta profesión. Primero, normalizando el género femenino como parte de esta profesión, incluyendo bomberas de forma genérica en cuentos, historias, películas y personajes. Promoviendo valores y habilidades de valentía y coraje por igual en ambos géneros, fomentando la autoconfianza de las mujeres para poder optar a estos puestos de trabajo, que tradicionalmente son asignados a cualidades estrictamente de fuerza y potencia. Creo que en la normalización y no en la diferenciación está el cambio que necesitamos.  


Desde tu perspectiva ¿Qué crees que podemos hacer las entidades sociales y administraciones para promover la incorporación laboral de las mujeres a determinados sectores?. 


Como apuntaba anteriormente, creo que el camino está en la normalización y visibilización de roles femeninos en profesiones tradicionalmente masculinizadas. Hay que fomentar en las mujeres cualidades y habilidades que habitualmente se han asociado a los bomberos y que parecían ser exclusivas del género masculino, romper con estereotipos. Ideas como este boletín, jornadas de puertas abiertas a los parques, charlas o conferencias son perfectos caldos de cultivo para promover esta incorporación. Desde las Administraciones es vital que se realice una actualización del sistema selectivo, se tienen que promover cambios en las pruebas para minimizar el sesgo que estas producen, ajustándolas al trabajo real y concreto que desempeña los bomber@s.    

Si una niña te dijera que quiere ser bombera qué consejo le darías.  


Tanto a un niño como a una niña, les diría lo mismo: que no permitan que nadie les diga que no pueden conseguirlo, que confíen en ellos mismos y que trabajen muy duro para intentar hacerlo realidad. Que tengan compañer@s con los que aprender y seguir creciendo y no rivales. También les diría que el camino es duro, que hay baches y a menudo no sirven los atajos, pero que es una profesión tan bonita y gratificante que el recorrido habrá merecido la pena.   

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